lunes, 15 de diciembre de 2008

camino, corro y estornudo...


Vivo en León, Guanajuato una ciudad donde el ritmo de vida es ya casi el mismo que el de otras más grandes como el distrito federal, donde la gente camina, corre y estornuda sin tener conciencia de la persona que le acompaña en ese caminar, correr y estornudar. El tiempo corre sin dejar algo distinto al recuerdo de mi mecánica vida.

En algún momento me di cuenta de que yo también soy parte de ese movimiento mecanico que hace que el mundo funcione donde, de no ser por mi miedo a perder la vista, podría ir con los ojos cerrados caminado con el instinto de guía. y decidí abrir los ojos de verdad, denjando entrar todas las cosas que siempre estuvieron exactamente en el mismo lugar y que tanto ignoré.
El periodo de observación continúa, mis sentimientos se vuelven más críticos cada vez y los problemas alberga el mundo más irientes, pero tambien entran y salen personas en mi vida, les conozco y aprendo, se ahora que lo mismo es "segurito" que "imperdible" o que la gente despues de los limites geográficos de mi país puede "sobrevivir sin chile ni piñatas".

Las cosas no pierden su caracter temporal, aún camino, corro y estornudo si tener idea de quien es la persona junto a mi, pero soy consciente de que existe, de que caminar, correr y estornudar tambien le acontecen. Y me guardo el recuerdo, ya no más con la impotencia de no poder revivirle, si no con la agregría de haberle vivido.


1 comentario:

Juanita dijo...

Tienes razón; nos metemos tanto en la rutina que olvidamos las pequeñas cosas que nos llenan la vida. Necesitamos retomar el camino y entender que los otros son parte de nuestras experiencias pues gracias a ellos sabemos que estamos aquí y ahora. Te quiero. Besos enormes.